Las alergias afectan al tercio de los españoles y casi el 50% de estos son alérgicos al polen de las plantas. El número de alérgicos crece casi a un 2% anual. En los últimos años las alergias alimentarias son las que más han crecido.

Una alergia es un conjunto de fenómenos de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo, producidos por la absorción de ciertas sustancias que dan al organismo una sensibilidad especial ante una nueva acción de tales sustancias aun en cantidades mínimas. En realidad, las alergias no existen como tales. Lo dice la descodificación biológica pero también algunos de los mejores alergólogos del mundo.

Una persona puede ser alérgica a los gatos pero no es a los gatos a lo que es realmente alérgica: en un momento de conflicto estresante, un gato estaba presente y el inconsciente de esa persona ‘graba’ todo lo que hay en la escena como señal de alerta. Así, cuando en el futuro se presenten uno o varios elementos de esa situación, como un gato, la persona puede tenerle alergia. En realidad, el gato es circunstancial pero el inconsciente de esa persona lo detecta como un peligro. Y sucede lo mismo con cualquier elemento, como el polen, la leche, etc.

Como dice el Dr. Salomon Sellam, «la crisis alérgica posee un sentido preciso. Esta manifestación, no es más que una especie de señal de alarma que nos previene de un peligro inminente que nos recuerda, de forma inconsciente, otra situación similar vivida anteriormente y resentida como algo bastante desagradable y desestabilizante en su momento. De hecho, el alérgeno, responsable de la reacción, sólo juega un papel de testigo»..

Se ha visto que la mayoría de las alergias son estructurales, es decir, la persona vive un conflicto donde aparece el alérgeno pero tiene ‘programas inconscientes’ que se derivan del proyecto sentido o de sus antepasados. Por eso en descodificación biológico analizamos cada alergia desde el árbol transgeneracional. En este tipo de alergias, con ser conscientes del conflicto ya es suficiente para que ésta desaparezca.