El cerebro humano tiene 2 hemisferios, el derecho y el izquierdo. El derecho es el que controla la parte izquierda del cuerpo y el izquierdo la parte derecha. A nivel biológico, la lateralidad tiene relación con el desarrollo de funciones especializadas en cada hemisferio del cerebro o en el lado del cuerpo que cada uno controla. Así, una persona diestra tendrá como hemisferio dominante el izquierdo y si es zurda dominará el hemisferio derecho. Esto quiere decir que el hemisferio dominante será el que organiza la entrada y salida de códigos de comunicación y el que controla el lado opuesto del cuerpo. El hemisferio izquierdo controlará la pierna derecha, el brazo derecho y el ojo derecho y el hemisferio derecho controlará la pierna izquierda, el brazo izquierdo y el ojo izquierdo .

A nivel práctico, pues, la lateralidad es un término que se refiere a si soy diestro o zurdo, a la tendencia a utilizar un lado o el otro para llevar a cabo actividades y es de nacimiento, es decir, no varía a lo largo de la vida.

La lateralidad se necesita saber para determinadas enfermedades como el cáncer de mama (en función de si la mujer es diestra o zurda, un pecho codificará un tipo de conflicto y el otro, otro), la bronquitis, la tiroides, etc.

El cerebro femenino y el cerebro masculino

Si tenemos en cuenta las hormonas, una mujer diestra y un hombre zurdo tendrán como hemisferio dominante el izquierdo, que es el cerebro femenino. En cambio, un hombre diestro y una mujer zurda funcionarán con el hemisferio derecho, que es el cerebro masculino. ¿Qué significa? Que sin dejar de ser hombre, un hombre zurdo tendrá un comportamiento más femenino y una mujer zurda tendrá un comportamiento más masculino. Esto se puede observar en el carácter: los hombres zurdos normalmente tiene un rol orientada al interior, a casa: se sienten bien en el hogar, les gustan los niños y actividades como cocinar, etc. En cambio, las mujeres zurdas tienen un rol orientado al exterior: les gusta viajar, trabajar, si tienen niños a veces los ‘aparcarían’, pueden ser emprendedoras o empresarias, etc.

Los zurdos contrariados

Un zurdo es contrariado cuando escribe con la mano derecha pero su cerebro es ‘zurdo’. Es decir, una mujer es zurda contrariado cuando escribe con la mano derecha (diestra funcional) pero su hemisferio dominante es el derecho (es zurda biológica). En el caso de un hombre, es zurdo contrariado cuando escribe con la mano derecha pero su hemisferio dominante es el izquierdo.

¿Cómo sé si soy zurdo/a?

Hay varias pruebas para saber si soy zurda/a.

La prueba dominante es la del ojo. Coge una hoja de papel y hazle un agujero pequeño en el medio, como el que se ve en la imagen.

Ahora coge el papel con las dos manos y colócatelo delante de la cara, a una distancia de un palmo aproximadamente. Lo que tienes que hacer ahora es enfocar un punto de la habitación o de la calle a través del agujero, por ejemplo, mirar una chincheta pegada en la pared u otro elemento que sea pequeño. Manteniendo siempre la distancia hasta la cara, debes mirar con los dos ojos abiertos a través del agujero central e ir moviendo la hoja de papel hasta que veas a través de él un objeto pequeño o punto. Una vez lo veas debes mantener la hoja quieta y no debes mover la cabeza. Ahora cierra primero un ojo, por ejemplo el izquierdo, y comprueba si sigues viendo el punto. Vuelve a abrir el ojo y ahora cierra el derecho. ¿Ves el objeto? Date cuenta de que sólo verás ese punto con un sólo ojo. Vuelve a repetir la prueba para comprobar que sigues viendo ese objeto con el mismo ojo.

Si ves con el ojo derecho eres diestro/a y si ves con el izquierdo eres zurdo/a.

Conflictos asociados con la lateralidad

Hay conflictos que tienen relación con la lateralidad como la dislexia, en la que también hay memorias transgeneracionales donde hay padres que han ‘roto’ con sus hijos.

Otro sería confundir la derecha con la izquierda, que tienen relación con memorias de ser un hijo/a no deseado/a o no ser del sexo deseado (ser niño y que los padres quisieran niña o a la inversa) o con cambios de roles (papel) en la familia.