Aquí tenemos algunos de los titulares y noticias que han salido en los últimos días en los medios sobre temas de interés relacionados con la descodificación biológica y el ámbito de la salud en general.
- Más de 3 de cada 10 contagios de gripe ocurren en el trabajo
- La resistencia a los antibióticos puede pasarse de madre a hijo durante el embarazo
- Dormimos unas 6’4 horas al día, las mismas horas que los humanos primitivos
- Más de 3 de cada 10 contagios de gripe ocurren en el trabajo
En España más de 3 de cada 10 contagios de gripe ocurren en lugares cerrados en entornos laborales. Las personas con gripe que piden baja laboral representan entre el 10 y el 17% de las bajas totales. Todo esto supone un coste de unos 1250 millones de euros al año y una pérdida de unos 60 millones de horas de trabajo.
El virus de la gripe se contagia entre las 24 y las 48 horas anteriores a la aparición de los síntomas (fiebre, dolor de cabeza o tos) y hasta los 5 o 6 días siguientes.
- La resistencia a los antibióticos puede pasarse de madre a hijo durante el embarazo
Científicos españoles han descubierto que la madre puede pasar a su hijo la resistencia a los antibióticos durante el embarazo y a través del calostro, que es la primera leche que da la madre.
Lo que se ha visto es que en las heces de los recién nacidos hay bacterias resistentes a un tipo de antibióticos. Estas bacterias, pasadas a través de la madre, se alojan en los intestinos de los bebés.
- Dormimos unas 6’4 horas al día, las mismas horas que los humanos primitivos
Un grupo de científicos de EEUU y Sudáfrica han estudiado las pautas de sueño de tribus aisladas que viven de una forma similar a la que podría haber vivido nuestros antepasados. Después de analizar cómo duermen 94 persones durante 1165 días, estos investigadores han visto que dormían una media de 6,4 horas al día. Esta cifra sería similar al número de horas que dormimos en la actualidad.
Por tanto, el ritmo de sueño que llevamos en la actualidad, con menos de 8 horas, no se puede atribuir, en principio a las nuevas tecnologías y el ritmo frenético. Parece ser que los humanos primitivos tenían un estilo similar a nivel de sueño. Además, en la mayoría de las personas estudiadas las siestas no eran frecuentes.