Mente rica o mente pobre

En los últimos años la abundancia es un tema del que se habla a menudo. Los gran expertos en el tema afirman que solo existen dos tipos de mentes: las mentes abundantes (ricas) y las mentes pobres. Entendemos por abundancia el hecho de ser rico en amor, alegría, paz, dinero, etc.

Para saber si somos una mente rica o pobre podemos observar nuestra vida. En realidad, el dinero es un buen reflejo de si somos abundantes o no porque el dinero es un reflejo de nuestro estado interior. Si tenemos una mente rica, tendremos dinero.

La gran mayoría de personas que tienen una mente pobre la tienen debido a sus creencias. ¿Qué piensan sobre el dinero?, ¿qué vieron de pequeñas en su casa en relación al dinero?, ¿confían en ellas mismas?, ¿sienten que merecen la riqueza?. Por ejemplo, si creemos que el dinero es sucio, o que la gente rica es infeliz o arrogante, estamos condicionados a no ser ricos, porque ser rico implica ser infeliz o arrogante y no queremos eso.

Por eso buscar nuestras creencias es uno de los primeros pasos para empezar a trabajar la mente rica. Nuestro patrón del dinero, nuestras creencias asociadas al dinero (y todas las demás) se crean cuando somos muy pequeños, habitualmente hasta los 6 años de edad. ¿Qué podemos hacer para descubrir esas creencias? Podemos anotar en un papel aquellas frases que escuchábamos de pequeños en casa, en la escuela, con nuestros amigos, etc. en relación al dinero. O también lo que hemos visto sobre el dinero: cómo se comportaban nuestros padres cuando no tenían dinero, o cuando tenían que pagar una factura, si gastaba mucho o poco, si ahorraban, etc.

Las creencias y nuestra forma de pensar determinan en gran medida nuestro nivel de abundancia. El dinero es un reflejo de cómo somos, de lo que creemos de nosotros mismos. Por tanto, si queremos tener una mente abundante debemos trabajarnos a nosotros mismos para crecer y desarrollarnos. Si lo hacemos nuestra abundancia crecerá.

En resumen, lo primero que debes responder es: ¿soy mente rica o mente pobre? Si no tienes millones de euros en el banco, eres una mente pobre. Después hay que tomar conciencia de las creencias y formas de actuar que tenemos con el dinero, tal y como se ha dicho. Entonces comprendemos por qué hemos hecho lo que hemos hecho hasta la edad actual y podemos ver que ese comportamiento y ese patrón no somos nosotros mismos. Y en ese momento, cuando llega la comprensión y la toma de conciencia es cuando puede llegar el cambio.

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