En la actualidad, la diabetes afecta a 380 millones de personas en todo el mundo. En lOs diabéticos las células beta del páncreas han dejado de fabricar insulina, una hormona que regula la cantidad de glucosa (el azúcar) existente en la sangre.

Veremos el significado de la diabetes en la descodificación biológica pero antes vamos a ver exactamente qué es esta enfermedad.

Existen dos tipos de diabetes: la diabetes tipo 1 y la tipo 2.

Diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil o diabetes insulino-dependiente, es un trastorno del sistema inmunológico. En estos diabéticos el sistema inmunológico ataca las células que producen la insulina en el páncreas, con lo que se deja de fabricar insulina. El diagnóstico se suele hacer en niños o adultos jóvenes. Estos toman insulina para vivir.

Diabetes tipo 2

Es la más común. El principal problema es que hay resistencia a la insulina. Como resultado, la glucosa de la sangre no puede entrar en las células así que se queda en la sangre (hay hiperglucemia), por lo que el nivel de ésta es alto.

Se suele desarrollar lentamente y los afectados suelen tener sobrepeso u obesidad.

La diabetes en la descodificación biológica

En la descodificación biológica, la diabetes tipo 1 se considera masculina (polaridad masculina) pues es un conflicto de resistencia, de tener que aislarse.

La diabetes tipo 2 es de polaridad femenina y es de asco-repugnancia. El conflicto es ‘me da asco’ o ‘me doy asco’.

La diabetes también simboliza ‘casa dividida en dos’ y, por tanto, puede responder a conflictos de divorcios, migraciones, etc. También tiene relación con el frío así que puede significar ‘tener una relación fría’.

¿Cuál es el sentido biológico de la diabetes?

El azúcar simboliza la dulzura, la vida. Sin azúcar moriríamos. Como el azúcar no penetra en la célula, la persona con diabetes considera la dulzura, el amor, como un peligro. La persona con diabetes presenta una tendencia a tener un miedo excesivo a ser atacada, invadida, penetrada física o simbólicamente (por ejemplo, su casa, su coche…) con el deseo de huir o luchar.